Este año, por fin, hemos podido volver a retornar las viejas y ansiadas costumbres y celebraciones, empezando el año con el Día Escolar de la No violencia y la Paz.
Durante la jornada de hoy nuestros mayores han estado realizando talleres, charlas y dinámicas enfocadas en los valores propios e implícitos de la paz; donde se ensalzan el amor y la compresión, la bondad, autoestima, amistad, cooperación y ayuda mutua, generosidad, paciencia, responsabilidad y un sinfín de atributos que es imprescindible recordar de vez en cuando para poder contribuir a crear un entorno mejor.
Para finalizar, todo esto se ha materializado en un árbol de la Paz. En él cada persona ha escogido una palabra (que estaba dispuesta en hojas) y la ha situado en las ramas del árbol, llenándolo así de cualidades, virtudes y capacidades para nunca olvidar.
Asociada a Plena Inclusión (antigua FEAPS) y patrono de Fundación Fuente Agria